Ucrania solicitó a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que cite a una reunión urgente con el objeto de que Rusia dé explicaciones sobre la concentración de tropas en la frontera común y sobre su ocupación de la península de Crimea.
Además, el Gobierno de Volodimir Zelenski invitó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a que visite Kiev «en los próximos días».
Paralelamente, Estados Unidos le garantizó a Ucrania que «responderá rápida y decisivamente, junto con sus aliados y socios ante cualquier agresión de Rusia», en una conversación telefónica entre los mandatarios de ambos países.
«Solicitamos una reunión con Rusia y todos los estados miembros (de la OSCE) dentro de las próximas 48 horas para discutir su reforzamiento y redespliegue a lo largo de nuestra frontera, así como la situación en la temporalmente ocupada Crimea», anunció el canciller ucraniano, Dmitri Kuleba, en su cuenta en Twitter.
Kuleba explicó que Kiev decidió pedir esa reunión porque Rusia «no respondió» a su requerimiento anterior de explicaciones, hecho el viernes pasado, «en virtud del Documento de Viena», sobre fomento a la confianza y a la seguridad de los países de la OSCE.
Además, advirtió que, si Moscú no responde satisfactoriamente esta vez, convocará a una reunión extraordinaria del organismo en Viena.
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Mantener la diplomacia
Mientras tanto, Biden y Zelenski coincidieron «en la importancia de mantener la diplomacia y la disuasión en respuesta a la concentración de fuerzas militares rusas en las fronteras con Ucrania», informó la Casa Blanca en un comunicado.
En la conversación telefónica de unos 50 minutos, Biden «dejó claro que Estados Unidos responderá rápida y decisivamente, junto con sus aliados y socios, a cualquier agresión de Rusia a Ucrania», según la nota.
Además, Zelenski le confió a su par que estaba «convencido de que su visita a Kiev en los próximos días sería una señal poderosa y ayudaría a estabilizar la situación», reportó a su turno la Presidencia ucraniana.
En ese contexto, la embajada de Estados Unidos en Ucrania informó que esta mañana llegaron a Kiev «dos aviones con ayuda estadounidense utilizable de inmediato para reforzar las defensas de Ucrania».
«El cargamento incluye munición y lanzagranadas de hombro», precisó la embajada en un comunicado publicado en Twitter junto a fotografías del material.
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Cancelación y desvíos de vuelos
En tanto, la aerolínea de Países Bajos KLM informó que canceló todos los vuelos hacia Ucrania hasta nuevo aviso y la compañía de vuelos chárter ucraniana SkyUp reportó que un vuelo que iba de Madeira, Portugal, a Kiev fue desviado a la capital de Moldavia, Chisinau.
Pese a ello, «el espacio aéreo de Ucrania permanece abierto y el Estado está trabajando para prevenir los riesgos para las compañías aéreas», indicó el Ministerio de Infraestructura en un comunicado publicado en Facebook.
La mayoría de las compañías aéreas seguía operando, según el Ministerio, que agregó que actualmente 29 aerolíneas internacionales realizan vuelos desde 34 países.
Advertencia alemana
Por otra parte, el jefe de gobierno de Alemania, el canciller Olaf Scholz, reiteró que su país impondrá «duras sanciones de aplicación inmediata a Rusia» en caso de que se cumplan las predicciones de Occidente de que Moscú invadirá Ucrania.
Scholz se reunirá en las próximas horas en Kiev con Zelenski y mañana será recibido en Moscú por el mandatario ruso, Vladimir Putin, como parte de intensas gestiones diplomáticas para tratar de evitar lo peor.
«En caso de agresión militar contra Ucrania, que pondría en peligro su soberanía y su integridad territorial, esto conduciría a sanciones duras, que hemos preparado cuidadosamente y que podremos aplicar inmediatamente con nuestros aliados en Europa y en la OTAN», advirtió Scholz en Berlín.
La semana pasada, el canciller alemán se reunió en Washington con Biden para discutir la crisis.
En esa ocasión, junto a Scholz, el jefe de la Casa Blanca afirmó que el gasoducto Nord Stream 2, construido por Rusia para llevar gas a Europa a través de Alemania, no entrará en funcionamiento si Moscú invade Ucrania, algo que perjudicaría también a la Unión Europea (UE).
No obstante, «en este momento Washington no está considerando un régimen de sanciones preventivas», aseguró el vocero del Departamento de Defensa, John Kirby.
También la semana pasada, el presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió con Putin en Moscú y con Zelenski en Kiev para tratar de rebajar las tensiones, sin mucho éxito.
Éxodo de Ucrania
Estados Unidos e Italia anunciaron ya planes para evacuar a casi todo el personal de sus embajadas en Kiev.
Asimismo, Estados Unidos, Japón, el Reino Unido y otros países europeos urgieron a todos sus ciudadanos a abandonar Ucrania.
En tanto, Australia suspendió de manera temporal las operaciones en su embajada de Kiev «dado el deterioro de la situación de seguridad», explicó la canciller, Marise Payne.
Estados Unidos y la OTAN sostienen que Rusia desplegó a más de 100.000 soldados cerca de su frontera con Ucrania y que se prepara para invadir a su vecina exrepública soviética, con cuyo gobierno nacionalista y prooccidental está fuertemente enfrentada.
Rusia niega tener planes de invadir a Ucrania, pero aprovechó la crisis para exigir a Estados Unidos garantías de que Kiev no ingresará a la OTAN, algo que ve como una amenaza, y que la alianza reduzca sus tropas en países de Europa del Este.
Washington y la OTAN rechazaron la exigencia y señalaron que no enviarán tropas a Ucrania para combatir una invasión rusa.
En una conversación telefónica de una hora, Biden le advirtió a Putin que invadir Ucrania causará «un extendido sufrimiento humano» y acarreará una «respuesta decisiva, con severos costos».
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, reiteró que la eventual invasión de Rusia a Ucrania podría ocurrir «tan pronto como esta semana» y vaticinó que probablemente comenzará con «fuertes ataques con misiles y bombardeos».
Moscú y Kiev están enfrentados desde 2014, cuando el entonces gobierno ucraniano afín a Rusia fue derrocado por una ola de protestas y reemplazado por el actual.
Poco después, Moscú se anexó la península ucraniana de Crimea y apoyó a milicias alzadas en armas en el este de Ucrania en rechazo al nuevo gobierno.
Más de 14.000 personas han muerto desde entonces en combates entre el Ejército ucraniano y las milicias.
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